El tabaco crea una dependencia física (por la nicotina), social (se suele fumar con los amigos, en los bares, etc.) y psicológica (dejar de fumar podría provocar nerviosismo, insomnio, estreñimiento, entre otros). Por ello a la hora de dejar este hábito hay que poner en marcha múltiples estrategias que abarquen todas las esferas en las que la adicción a la nicotina está presente.
Lo más recomendable es buscar ayuda profesional y para ello los tratamientos cognitivos conductuales que realizamos los psicólogos, se muestran como tratamientos eficaces y validados para dejar de fumar.
No obstante, si estás pensando en dejar de fumar y no te atreves a buscar aún ayuda profesional, te ofrecemos a continuación una serie de consejos que pueden ser útiles para dar el paso:
- fíjate una fecha a corto plazo para dejarlo
- Díselo a tu familia y amigos:
Es importante buscar el apoyo de las personas del entorno para conseguir llegar a la meta. En el caso de que quieras dejar de fumar y tu pareja sea fumador/a, sería recomendable hacer el intento a la vez para tener más probabilidades de éxito. - Quitar todo lo relacionado con fumar:
Antes de dejar de fumar hay que retirar del entorno todo lo que esté relacionado con el tabaco: cigarros, ceniceros, mecheros, etc. - Analizar los intentos previos
Es normal que al dejar de fumar haya recaídas y podemos aprender de ellas; se trataría de repetir lo que te funcionó en el intento anterior y evitar lo que te perjudicó. - Abstinencia total
Desde que dejas de fumar eres ya un exfumador, y como tal no puedes permitirse ni un cigarrillo más. - Ayuda farmacológica
El tratamiento farmacológico puede ayudar a dejar de fumar, aunque no está recomendado en jóvenes y embarazadas.
Si estás contemplando la posibilidad de dejar de fumar te damos desde ya la ¡¡enhorabuena!! Recuerda que puedes contactar con nuestro centro si decides buscar ayuda profesional para ello. ¡ánimo!