1. Las personas inteligentes tienen gran capacidad de adaptación.
Las personas altamente inteligentes son flexibles y capaces de prosperar en diferentes contextos y ambientes, tanto si el ambiente es favorable como si se encuentran en mitad de la adversidad. Como se suele decir, en los tiempos de cambio, no gana el más fuerte ni el más rápido, sino el que mejor sabe adaptarse a los cambios.
Y lo cierto es que la investigación psicológica confirma esta idea, en la que la inteligencia depende de la capacidad de cambiar tus propios comportamientos con el fin de hacerle frente al nuevo medio de la forma más eficaz posible.
2. Conocen sus puntos débiles y saben lo que hay que mejorar.
El arrogante sabe de todo. El inteligente, es consciente de las muchas cosas que no sabe. No tienen miedo de decir que no saben algo o no comprenden un concepto en particular.
Conocer tus virtudes y fortalezas te ayuda a alcanzar tus metas; conocer tus debilidades, te ayuda a no luchar y aceptar lo que no podemos cambiar. Si eres consciente de tus fortalezas y debilidades, podrás mejorar aquellos puntos débiles y aprovechar al máximo tus recursos.
3.Hacen preguntas.
Para conocer todo aquello que no sabemos, debemos preguntar, pero para hallar las respuestas adecuadas, debemos hacer las preguntas correctas. Por eso las personas inteligentes desafían su propio pensamiento a través de muchas preguntas, de forma que encuentran nuevas soluciones a viejos problemas.
Y es que la curiosidad unido a cierta dosis de escepticismo, hace que lleguemos a grandes soluciones desafiando viejos pensamientos.
4. Son sensibles a las experiencias de otras personas.
Las personas inteligentes escuchan a otras personas, y desarrollan una alta capacidad para sentir empatía por otras personas, lo cual es un condimento básico para desarrollar la Inteligencia Emocional tan nombrada hoy día, siendo la inteligencia emocional un requisito esencial para el éxito.
Suelen estar muy interesados en hablar con gente nueva y aprender todo lo que puedan de ellos. Saben que la mayoría de las personas pueden aportar algo si sabes escucharles con atención. Todo el mundo tiene preocupaciones e inquietudes, y casi todo el mundo domina alguna materia que tú desconoces. Si hablas con la gente, entiendes a la gente, escuchas a las personas… abrirás tu mente a otro nivel.
5. Mantienen una actitud de Apertura.
Finalmente, las personas inteligentes no se cierran en sí mismos. Están siempre abiertos a nuevas ideas y oportunidades, pues saben que en ocasiones, la inteligencia de la mayoría es más poderosa que inteligencia de un grupo reducido de expertos.
Siempre considerarán otros puntos de vista y estarán abiertos a soluciones alternativas, aunque en principio no estuvieran en sus planteamientos.