COMO DECIR “NO” SIN SENTIRSE MAL.
La Asertividad es la capacidad de comunicar lo que sentimos de forma efectiva y respetuosa a las personas de nuestro entorno. La asertividad se encuentra entre dos modos de comunicación extremos: la agresividad y la pasividad. El asertivo no agrede verbalmente al interlocutor, pero tampoco se somete a su voluntad. Encuentra el punto medio a través del respeto y de la expresión de las propias necesidades.
Algunas ventajas de este estilo de comunicación son:
- Logramos nuestro objetivo sin dañar a nadie
- Respetamos a nuestro interlocutor y a nosotros mismos
- Nos expresamos con franqueza y sinceridad, pero cuidando no herir
- Actuamos desde la autenticidad y nuestros propios valores
Desde Guiarte Psicólogos te proponemos algunos trucos para conseguir ser más asertivo al hablar:
- Hazlo siempre desde tus sentimientos y necesidades, en primera persona (yo siento/quiero,pienso…), en lugar de generalizar o señalar al otro.
- Promueve el diálogo a través de preguntas, sin tratar de irritarte porque el otro piense de otra manera.
- Escucha activamente, sin que tu discurso mental te impida prestar plena atención.
- Mantén un contacto visual directo pero sin que resulte intimidatorio.
- Habla desde la amabilidad, pide las aclaraciones que consideres necesarias.
Si no somos capaces de respetar nuestros deseos, corremos el riesgo de caer en la dependencia emocional. Esto puede suceder como consecuencia de pensar que si decimos lo que pensamos podemos perder al otro, invadiéndonos una importante sensación de culpa. Para evitar caer en esta trampa mental, es importante recordar los DIEZ DERECHOS ASERTIVOS:
- Tienes derecho a tener tus propias opiniones y creencias. Que a veces no coincidan con las de la mayoría o lo establecido no significa que estés equivocado.
- Tienes derecho a decir NO. Anteponer tus necesidades a las de los demás no te hace egoísta o desconsiderado, no siempre podemos contentar a todo el mundo.
- Tienes derecho a cometer errores y equivocarte, forma parte del aprendizaje, no te avergüences.
- Tienes derecho a pedir ayuda o apoyo emocional si lo necesitas y a expresar tu dolor.
- Tienes derecho a cambiar de opinión y a decir “no lo sé”. Las personas evolucionamos a lo largo de nuestra vida, cambiar de opinión o no saber algo no te hace menos válido.
- Tienes derecho a no necesitar la aprobación de los demás. Cada persona es válida por el hecho de ser persona, no por lo que los demás piensen de ella.
- Tienes derecho a no tener que justificar tu comportamiento y a tomar tus propias decisiones, sin tener que dar excusas por ello.
- Tienes derecho a pedir lo que quieres y a aceptar un NO por respuesta.
- Tienes derecho a ser tratado con dignidad y respeto, si no es así puedes reclamarlo.
- Tienes derecho a ser tu propio juez.
Se trata de que nuestra propias necesidades puedan convivir con las de los demás. A corto plazo cambiar nuestra forma de comunicarnos puede resultar algo llamativo y provocar algún comentario; pero a medio y largo plazo conseguiremos relaciones mucho más auténticas, honestas y enriquecedoras.