¿Qué vas a regalar esta Navidad?

Sin duda, vivimos en una sociedad de consumismo, y es fácil dejarse envolver por la idea de que cuantas más cosas materiales reúnas, más feliz serás. Y eso es extensible cuando queremos demostrar nuestro afecto a nuestros seres queridos regalando un perfume, el último móvil, lo último en tecnología, ropa…

Entre tanto anuncio de colonias y juguetes que nos invaden durante este último mes, nos ha llamado la atención un vídeo que pone las prioridades en su sitio. Por eso queremos compartirlo con todos vosotros e invitaros a reflexionar especialmente en este día de reyes.

Merece la pena parar por un momento y pensar en los valores de cada uno y en qué queremos invertir nuestro tiempo este año que se presenta por delante.

Esperamos que lo hayáis disfrutado y os sirva de inspiración.

¡¡Felices Reyes!!

CÓMO CUIDARSE EN NAVIDAD

Un año más, estamos en Navidad, y como sabemos, estas fiestas vienen acompañadas de potentes mensajes sobre estar juntos, disfrutar, celebrar y ser felices. Si no estás pasando un buen momento o te encuentras en conflicto con alguna persona con la que vas a compartir estos días, estos mensajes pueden minimizar tu experiencia y no tenerla en cuenta.

Podemos llegar a sentirnos  avergonzados de nuestras emociones,  sobre todo si son de ambivalencia respecto a la familia, pues parece que esto no es lo que “se espera” en estas fechas.  La sensación de angustia o tristeza puede ir acompañada a la vez de sentimientos de culpa.

Ante ello,  las formas más comunes de afrontamiento pueden incluir desde desconectarse,  a sentirse emocionalmente sobrepasado e irritable, lo cual puede dar lugar a una serie de mecanismos de afrontamiento como dejar de sentir a través del alcohol, las drogas o las compras.

Para evitar caer en estos comportamientos y disminuir el malestar, os proponemos algunas claves para cuidarse también en estas fiestas:

  • Limita las visitas y celebraciones: Restringe el tiempo de visita a la familia y compromisos a aquel que te haga sentir cómodo/a, puedes compartir algunos momentos, pero siendo consciente de cuándo es suficiente.
  • Reserva tiempo para actividades que disfrutes: Además de acudir a los compromisos y celebraciones señaladas, puedes aprovechar estas fiestas para pasar tiempo con un buen amigo, hacer actividades que impliquen cuidarte, como ejercicio, meditación, o  algo que te guste como escuchar música, hacer algo creativo, hacer punto, escribir un diario o cualquier otra actividad relajante.
  • Diseña tus propias fiestas. Las fiestas no tienen por qué ajustarse al molde tradicional. Si la familia es demasiado estresante, inicia nuevas tradiciones con tus amigos. No te exijas a ti mismo/a hacer que tus vacaciones parezcan felices ni la experiencia de cercanía con la familia que la sociedad impone.
  • Estate atento a pensamientos tipo blanco/negro. Las fiestas no son completamente buenas o malas. Asegúrate de prestar atención tanto a los aspectos positivos como a los negativos.
  • Sé consciente de qué necesitas y permítetelo. No te dejes llevar por las presiones e imposiciones sociales; para, ve con calma y recuerda las cosas fundamentales que te definen para decidir en qué te quieres implicar realmente.

Date tiempo, tanto para estar solo/a como para estar con gente. Rodéate de personas, pero resérvate también tiempo para ti mismo/a.

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LOS BENEFICIOS DE LA SOLEDAD

En nuestro día a día vivimos en un continuo de reuniones tanto en el trabajo, con la familia, nuestro ocio… y pocas veces hay cabida para estar con uno mismo a solas. Además, las nuevas tecnologías, las redes sociales… nos empujan a estar más interconectados que nunca; y esto aparentemente ni nos ha hecho más sabios ni más felices.

Saber estar con nosotros mismos nos ayuda a cargar las pilas creativas y volver al mundo con energía e ideas para compartir con los demás. La escritora Isabel del Río resume cuales son los beneficios de la soledad:

  1. Energía:Tratar de mantener a todo el mundo feliz y lidiar con sus exigencias puede resultar agotador. También intentar mantener a raya nuestros sentimientos y frustraciones puede hacernos explotar. Un baño de silencio es la mejor cura contra el estrés.
  2. Reflexión: El ritmo de nuestro mundo no nos permite pararnos a pensar sobre nuestra propia vida o las decisiones que hemos ido tomando. Un rato a solas nos invita a sentarnos, respirar y meditar sobre aquello que realmente necesitamos.
  3. Conexión:La soledad nos confiere perspectiva sobre los problemas, y nos permite entender lo que realmente nos hace felices o nos molesta. La comprensión de nuestros propios sentimientos nos lleva a desarrollar la empatía y a mejorar nuestras relaciones con los demás.
  4. Disfrute:Tendemos a ceder para contentar al otro, dejando de lado lo que realmente deseamos hacer. Pasar tiempo con nosotros mismos nos da la libertad de hacer lo que realmente deseamos hacer.
  5. Productividad: A veces, la necesidad de estar siempre acompañados nos lleva a dilapidar el tiempo y nos impide terminar nuestras tareas. La soledad, en cambio, es ideal para el trabajo y para fomentar la creatividad. La clave del progreso está en encontrar ese punto medio entre soledad y sociedad.
  6. Autenticidad: El autoconocimiento nos permite ver, disfrutar y comprender mejor a los demás, por lo que podremos establecer relaciones más genuinas, de respeto y estima mutuos, más allá de las citas de conveniencia.
  7. Independencia: La soledad nos permite fortalecer nuestra mente y, por ende, nuestra autonomía personal. Descubrir nuestras habilidades y límites nos otorga confianza en nosotros mismos y en nuestras capacidades, superando la necesidad de la aprobación o de apoyo constante de los demás.

Son motivos suficientes para parar y mejorar nuestra calidad de vida. Algunas claves que te pueden llevar a ello son:

  • Avisar a nuestro entorno de que respeten nuestro momento de soledad.
  • Deconectarse de las redes sociales
  • No atendiendo a las llamadas telefónicas, emails…
  • Renunciando a terminar otras tareas hasta que terminemos la actual
  • Fijando toda nuestra atención en los que estamos haciendo, como si no existiera nada más importante en el mundo

¿Y si nos regalamos este día un momento de soledad?

Estar bien con uno mismo

Claves para hacernos «amigos» del estrés

En el vídeo que os proponemos esta semana, la psicóloga Kelly Mc Gonigal nos habla de una nueva forma de concebir el estrés,  de manera que  no nos resulte tan negativo ni afecte a nuestra salud a corto ni largo plazo. Se trata de aceptar el  estrés como una manera de reaccionar al cambio, y, por lo tanto, como parte de la vida, ya que el cambio es continuo.

Nos explica que es nuestra actitud ante los desafíos lo que marca la diferencia entre reaccionar y responder, y el actor determinante que hará que el estrés nos afecte de manera negativo o que forme parte del aprendizaje.

Por último, también nos recuerda el valor social que puede tener el estrés, pues ante determinadas sensaciones y activaciones hormonales, el propio cuerpo nos anima a compartir nuestra experiencia, pedir ayuda o simplemente acercarnos a prestar apoyo a otros, de manera que la experiencia de “malestar” se puede convertir en aprendizaje y fomentar nuestra resiliencia.

PINCHA AQUÍ PARA ACCEDER AL VÍDEO

KELLY

Kelly McConigal

 

Regulación emocional basada en Mindfulness

Las emociones son esencialmente libres

Las emociones son inherentes a la experiencia de la vida. Son fenómenos transitorios que cuando se toman como realidad esencial generan sufrimiento. Sin embargo si se genera apertura hacia ellas, si se permanece en un estado de mindfulness, entonces se viven tal y como son. Al ser fenómenos transitorios, tienen un comienzo y un fin.

Las emociones se transforman

Existen dos relaciones, con respecto de las emociones, que causan sufrimiento: a veces la emoción toma el mando y el individuo se enajena, otras veces se desarrollan mecanismos de represión de las emociones que corporalmente se manifiestan como tensiones musculares y bloqueo respiratorio. La relación que hemos creado con las emociones está tan sólidamente arraigada que para nosotros representan verdades inquebrantables. Cuando se observa la emoción como un proceso de la mente se puede advertir su movimiento, su intensidad y la influencia que ésta tiene en el cuerpo y el pensamiento. Parece que cada emoción tiñe el “clima de la mente” bañando todo con su aroma.

La propuesta esencial del proceso de la meditación es observar la emoción como un proceso en movimiento, como una manifestación de la mente, no como una realidad substancial o como parte del yo. De esta manera no existe ni la enajenación ni represión.

El método que se describe a continuación  es un medio para integrar las emociones, para poder descongestionar los grandes bloqueos que se crean por las relaciones conflictivas con ellas.

Método en 3 Fases:

Fase 1. Tomar consciencia -Triángulo de la experiencia

En todo momento puedes ser consciente de la experiencia “interna”. Podrás observar el pensamiento, la emoción y las sensaciones corporales como un todo en el que cada parte influye en el resto. Cuando existe una emoción intensa, suele ocurrir que el cuerpo reacciona adoptando la forma característica de la emoción en particular y el constante discurso mental sostiene esa realidad continuamente y sin descanso.

La clave de esta fase es la capacidad de ser consciente del momento presente, en lugar de identificarnos con el diálogo mental, abriendo el foco a la totalidad de la experiencia. En cuanto eres consciente de la realidad que estás experimentando se puede iniciar el proceso de regulación. Esto significa que la forma habitual de convivir con las emociones, pensamientos y sensaciones se puede transcender.

Para transcender la experiencia interna, te proponemos practicar el camino del Mindfulness.

Fase 2. Abrirse a la experiencia

No es un proceso en el que se pretenda cambiar la emoción en sí misma, sino la relación que se tiene con ella. En el momento que le “damos espacio” a la experiencia interna (emoción/pensamiento/sensación), que dejamos de querer potenciarla, destruirla o transformarla, se aclara la visión interna.

Si las emociones son demasiado intensas, puedes probar a estirarte, respirar mas profundo, contar de 1 a 21 respiraciones y de 21 a 1 y de nuevo enfocar en las sensaciones. En este momento de concentración estable en las sensaciones corporales parece más fácil observar los pensamientos sin identificarnos con ellos.

Fase 3. Sostener la observación. No aferramiento /No aversión.

Este paso supone re-iterar el anterior, re-focalizar la atención en la experiencia, tomando como objeto central de la atención las sensaciones del cuerpo y la respiración.

Es necesario que te abras a la experiencia por intensa que sea: que la vivas plenamente, experiementando lo que surja. Esto implica reconocer las resistencias -si surgen- y dejarlas estar, hasta que puedas vivir la emoción abiertamente, sin aferramiento, sin aversión.

Significa que eres consciente de la transitoriedad de los procesos. La apertura que se produce al percibir el espacio de la mente permitirá que el proceso de auto-regulación suceda.

Se recomienda a aplicar este proceso con fenómenos poco intensos antes de hacerlo con una emoción verdaderamente intensa.

Cuando se ha interiorizado el proceso a través de la práctica, resulta fácil aplicarlo en el día a día, en cualquier situación.

 

La distancia entre  los acontecimientos externos y la respuesta que les damos puede ser la única (y más radical) libertad humana de la que disponemos. Así, cualquier esfuerzo por construir, continuar, ampliar y enriquecer ese espacio de libertad entre los acontecimientos externos y las respuestas que damos a los mismos contribuye positivamente a que los seres humanos puedan responder creativamente a su propia vida”.

V. Frankl (El hombre en busca de sentido), 1946

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