La ira es una respuesta emocional que nos arrastra a hacer y decir cosas de las que a menudo nos arrepentimos después. Estos impulsos irracionales son muchas veces la causa de la mayoría de las peleas de pareja, familiares o en nuestro trabajo.
Sin duda, la mejor manera de solucionar un conflicto es no empezarlo. Las discusiones a menudo se producen como una onda expansiva desproporcionada. Un pequeño malentendido en un momento dado puede acabar acarreándonos tensiones durante días. Cada día tenemos decenas de oportunidades para enfadarnos, pero de nosotros depende dejar o no que la bomba estalle.
El primer paso para vencer la ira es reconocerla y si ante una discusión poneos el foco en nuestras emociones, lograremos regularlas en gran medida. Un segundo paso sería relativizar el hecho que nos ha sacado de nuestras casillas, tomar distancia…”¿es realmente importante?”. Se trata de otorgar la justa importancia. El tercer paso, cuando estamos en caliente, es no reaccionar de inmediato. Si dejamos que la bomba explote, solo lograremos desencadenar más reacciones de ira.
Guiarte Psicólogos te recomienda 10 estrategias para controlar nuestra ira:
- PRACTICAR LA PACIENCIA. Esperar en lugar de reaccionar de inmediato.
- PONERNOS EN EL LUGAR DEL OTRO.
- VER LOS CONFLICTOS A TRAVÉS DEL HUMOR. Cuando somos capaces de reírnos de un problema somos capaces de desdramatizarlo.
- NUNCA DISCUTIR EN CALIENTE.
- EVITAR PENSAMIENTOS DEL TIPO “yo en su lugar hubiera dicho/hecho…”
- BUSCAR ESPACIOS DE DIÁLOGO.
- MEDIR LAS PALABRAS QUE USAMOS CON LOS DEMÁS.
- DEJAR DE ANALIZAR AL OTRO. Dar demasiadas vueltas a lo que el otro ha dicho o hecho conduce a la crispación.
- VALORAR A LA PERSONA GLOBALMENTE, y no por la última vez que nos ha podido enfadar.
- LO BUENO DE CADA UNO, GUARDARLO EN LA MEMORIA.